El cielo de Basilea se transformó, al menos en parte, en algo artificial entre el 30 de mayo y el 14 de septiembre de 2008, gracias a la instalación de un nuevo “cielo urbano” (Citysky) en la forma de toldos de vinilo intervenidos por un reputado grupo de artistas. El juego con distintas alturas y formas genera un mundo vibrante de imágenes y emociones. Citysky crea nuevos espacios urbanos y horizontes en la ciudad. El efecto de la luz que traspasa las imágenes instaladas en los cielos del casco urbano crea una atmósfera nueva y una experiencia que baña a los ciudadanos en un brillante mundo artístico.